Museo Diocesano

La historia

El Museo Diocesano ocupa quince salas del Palacio Arzobispal, situado frente a la fachada principal de la catedral.
Pertenecen a la construcción del siglo 15 la magnífica ventana gótica de tres vanos, que da a Via Matteo Bonello, en la esquina con Corso Vittorio Emanuele, y la portada catalana, también de estilo gótico. Las salas principales de la planta noble fueron ricamente decoradas con pinturas al fresco por Guglielmo Borremans y Gaspare Fumagalli, pero buena parte de esa decoración barroca fue sustituida durante el siglo 19 por otra más del gusto de la época.
El Museo, que abrió sus puertas en 1927, fue sometido a varias remodelaciones a lo largo del mismo siglo 20. Actualmente propone un recorrido cronológico que parte del año 1171, fecha de creación de la tabla de la Virgen Odigitria, y llega hasta finales del siglo 18.

El museo conserva obras de arte sacro y elementos de mármol procedentes de la catedral que datan de los siglos 15 al 18, anteriores, en todo caso, a la reforma neoclásica. Otras piezas provienen de iglesias destruidas o desacralizadas.
La remodelación que se está llevando a cabo actualmente comprenderá la Sala Roja, la Sala Azul, la Alcoba, la Sala Borremans y así hasta veintidós estancias.

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